Aunque podemos asegurar que en www.tusdestinos.net conocemos la mayoría de las capitales europeas, podemos afirmar rotundamente que París es, sin duda, una de nuestras ciudades preferidas. La capital francesa es una de las urbes más emblemáticas no sólo por el valor histórico-artístico de su patrimonio, sino también por la magia que se respira por cualquiera de sus calles.
Empezaremos este recorrido por París en el Arco de Triunfo, situado en la Plaza Charles de Gaulle. Daremos un paseo por los universales Campos Elíseos hasta llegar a la Plaza de la Concordia, donde se alza imponente el obelisco que el virrey de Egipto regaló al Estado Francés en el siglo XIX. A pesar de su nombre, que se le dio como terapia expiatoria, la Plaza de la Concordia fue el trágico escenario donde murieron guillotinadas unas 1700 personas durante la época del Terror de la Revolución Francesa.
Plaza de la Concordia © Paris Tourist Office Amélie Dupont
Situados en la Plaza de la Concordia tendremos unas vistas impresionantes y privilegiadas de la ciudad; veremos el Louvre, a través del Jardín de las Tulleries; la Asamblea Nacional, sede del Parlamento Francés; los Campos Elíseos con el Arco de Triunfo al fondo y, por último, la iglesia de la Madeleine.
Desde la Plaza de la Concordia tomaremos la Rue Royale, donde está el famoso restaurante Maxim’s y nos encontraremos de frente con la fachada principal de la Madeleine, que llama la atención porque parece un templo romano. Desde este punto iremos por la Rue Tronchet hasta el Boulevard Haussmann donde están las conocidas Galeries Lafayette. París es una de las capitales europeas de las compras pero preparen los bolsillos porque nos encontramos en una de las ciudades más caras del mundo.
Fachada de la öpera de París © Paris Tourist Office/David Lefranc
Desde las Galerías Lafayette nos queda muy cerca el edificio de la ópera. Diseñado por el arquitecto francés Charles Garnier cuando sólo tenía 35 años, la construcción, considerada una de las más importantes del siglo XIX, ahora acoge el Ballet de la Ópera de París. En la fachada del edificio se pueden ver numerosos detalles como unas columnas rosáceas de mármol español o las letras N y E intercaladas que corresponden a las iniciales de Napoleón III y su esposa, la española Eugenia de Montijo. Antes de llegar al Jardín de las Tulleries y dirigirnos al Museo del Louvre haremos una parada en la Plaza de la Vendôme, donde se encuentran las más prestigiosas joyerías y el exclusivo Hotel Ritz.
El Jardín de las Tulleries, construido bajo las órdenes de Catalina de Medici, da la bienvenida en elPalacio del Louvre, que alberga uno de los museos más importantes del mundo. En él se encuentran importantes obras pictóricas, como la Mona Lisa, o escultóricas como la Victoria de Samotracia y el Código de Hammurabi. Dicen los entendidos que para ver tal cantidad de cuadros y esculturas una persona necesitaría 17 días para visitar todo el museo deteniéndose sólo tres segundos ante cada obra. Un apunte a considerar, el primer domingo de cada mes es gratuito.
Puente de Alejandro III y Torre Eiffel © Paris Tourist Office Stéphane Querbes.
Desde el Louvre nos dirigiremos por la Rue Rivoli hasta la Plaza Châtelet y cruzaremos el río Sena hasta llegar a la Île de la Cité (isla de la ciudad) y la Île St-Louis, donde se fundó París hace unos 2000 años. En este emplazamiento se alzan dos de los templos más importantes de la ciudad. Por una parte, destaca la catedral de Notre Dame, una construcción de estilo gótico con dos torres de 70 metros de altura, y por otra parte la Sainte-Chapelle (Capilla Santa), considerada para muchos como una de las obras maestras de la arquitectura mundial.
Cruzaremos a continuación el Puente de Saint Michel y apareceremos en el Barrio Latino, que debe su nombre a que los universitarios que allí residían durante la Edad Media hablaban latín. En esta zona hay muchos restaurantes y cafés donde se puede comer o cenar a un precio relativamente económico teniendo en cuenta, eso siempre, que estamos en París. La Plaza Saint Michel es uno de los núcleos de ocio más importantes de la ciudad. Desde Saint Michel podemos pasear cerca del Sena en sentido contrario al inicio de la ruta y nos encontraremos el Museo de Orsay ubicado en una antigua estación de ferrocarril y que contiene una prestigiosa colección de arte moderno.
Museo de Orsay © Paris Tourist Office/Amélie Dupont. Foto derecha: Joan Coma
Pasaremos de nuevo al otro lado del Sena por el Puente de Alexandre III, inaugurado el año 1900 con motivo de la Exposición Universal que tuvo lugar a París. Su nombre rinde homenaje a Alexandre III, padre del último zar ruso Nicolás II, siendo este último quien colocó la primera piedra de la construcción. Y es que Rusia y Franca mantuvieron durante años muy buenas relaciones. Buena prueba de este hecho es que la alta sociedad rusa hablaba francés. Desde el otro lado del puente veremos la explanada de los Inválidos, un edificio con una cúpula recubierta de oro, construido para atender a los heridos de guerra y en donde están enterrados los hermanos Napoleón y José Bonaparte.
Edificio de Los Inválidos © Paris Tourist Office Izda: Barthelemy Ruggeri. Dcha: Marc Verhille
Desde los Inválidos caminaremos hasta encontrarnos con el edificio más conocido, visitado y emblemático de París, la Torre Eiffel, construida por el arquitecto del mismo nombre con motivo de la Exposición Universal de 1889. La Torre Eiffel se puede contemplar desde numerosos sitios pero quizás el emplazamiento desde el cual hay una mejor perspectiva es el Trocadero. Subir a la Torre Eiffel es muy aconsejable ya que tendrá unas vistas inigualables de la ciudad francesa, pero si tiene vértigo será mejor que la contemple desde abajo. Otra manera de disfrutar de París es en un Bateaux Mouches por el río Sena, donde podrá tener otra visión de París. Bajo la Torre Eiffel hay un buen número de embarcaderos donde se pueden tomar estos barcos.
Otra manera de disfrutar de París es en un Bateaux Mouches por el río Sena © Paris Tourist Office. Izda: Amélie Dupont. Derecha: David Lefranc.
Nadie puede ir a París y no visitar el barrio de Montmartre, antiguo refugio de artistas bohemios. El nombre proviene de un juego de palabras entre Monte de los Mártires (aquí tuvo lugar el martirio de San Denís) y Monte Mercurio (porque se erigía sobre la cima de un templo dedicado a esta divinidad romana). En Montmartre podemos visitar la basílica del Sacré Couer, pasear por la bohemia Place du Tertre (plaza de los pintores) y comprar, por qué no, un cuadro a los numerosos artistas que allí trabajan.
Basílica del Sacré Couer © Paris Tourist Office David Lefranc
Para acabar esta intensa jornada le recomendamos que se relaje viendo un espectáculo en el Moulin Rouge, situado al pie de Montmartre. Este cabaret es uno de los símbolos más emblemáticos de la noche parisina y pondrá un punto y final de lo más entretenido a este ruta por París.
